Los ciegos y el elefante es una parábola
con origen en la India,
desde donde alcanzó una difusión notable. Ha sido utilizada para ilustrar la
incapacidad del hombre para conocer la totalidad de la realidad. En distintos
momentos se ha usado para expresar la relatividad, la opacidad o la naturaleza
inexpresable de la verdad, el comportamiento de los expertos en campos donde
hay un déficit o falta de acceso a la información, la necesidad de
comunicación, y el respeto por perspectivas diferentes.
En las distintas versiones de la
historia, un grupo de hombres ciegos
(u hombres en la oscuridad) tocan el cuerpo de un elefante para comprender
como es. Cada uno de ellos toca una parte distinta, pero solo una parte, tal
como su lateral o su trompa.
Luego ellos comparan sus observaciones y se dan cuenta que no coinciden en
nada.
Los relatos se diferencian
básicamente en como se describen las partes del cuerpo del elefante, cuán
violento se vuelve el conflicto y cómo es que (si se logra) se resuelve el
conflicto entre los hombres y sus perspectivas.
Uso religioso
Es una parábola que ha penetrado diversas tradiciones religiosas y es parte del acervo jainista, budista, sufi e hindú.
Budismo
Dos veces usó Buda Gautama la parábola de los ciegos confundidos. En el Canki Sutta describe una fila de ciegos que están tomados uno del otro como un ejemplo de aquellos que siguen un texto antiguo que ha pasado de generación en generación, tal como el caso de los Evangelios cristianos (Mateo 15.14) haciendo referencia a que los ciegos guían a los ciegos.2 En el Udana (68–69)3 utiliza la parábola del elefante para describir las luchas sectarias. Un rey reúne a varios ciegos de su capital en su palacio, los pone en presencia de un elefante y les pide que lo describan.
"Luego que cada uno de los ciegos hubo palpado una sección del elefante, el rey se dirigió a cada uno de ellos y le preguntó: 'Dime, has visto al elefante? Cuéntame, que tipo de cosa es un elefante?"
Los hombres le expresan que el elefante es como una vasija (el ciego que examina la cabeza del elefante), una cesta de trillar (oreja), una reja de arado (colmillo), un arado (trompa), un granero (cuerpo), una columna (pata), un muro de argamasa (lomo), una herramienta de albañil (cola) o un cepillo (punta de la cola). " Los hombres no se pueden poner de acuerdo entre ellos y comienzan a discutir sobre la pregunta "a que se parece ?", y el rey se divierte sobremanera con su pelea. El Buda finaliza la historia de los ciegos comparándolos con predicadores y estudiosos que son ciegos e ignorantes y tienen sus propios puntos de vista:
"Muy similares son estos predicadores y estudiosos que sostienen sus diversos puntos de vista mientras se encuentran ciegos y no perciben lo que les rodea.... En su ignorancia ellos son peleadores y discutidores por naturaleza, cada uno de ellos sosteniendo una idea distinta de la realidad."
Luego Buda recita el siguiente verso:
O como se aferran y discuten, algunos que sostienen
Ser honorables predicadores y monjes!
Para discutir, cada uno se aferra a su punto de vista.
Este tipo de hombres solo ven un lado de las cosas.4
Una versión jainista de la historia dice que se le pidió a seis ciegos que determinaran como era un elefante palpando diferentes partes del cuerpo del animal. El hombre que tocó la pata dijo que el elefante era como un pilar; el que tocó su cola dijo que el elefante era una cuerda; el que tocó su trompa dijo que era como la rama de un árbol; el que tocó la oreja dijo que era como un abanico; el que tocó su panza dijo que era como una pared; y el que tocó el colmillo dijo que el elefante era como un tubo sólido.
Un rey les explicó:
"Todos ustedes están en lo cierto. La razón por la que cada uno de ustedes esté diciendo diferentes cosas es que cada uno de ustedes tocó una parte diferente del elefante. Por lo tanto el elefante tiene todas las características que mencionaron."1
Esto resuelve el conflicto, y es usado para ilustrar el principio de vivir en armonía con personas que tienen un sistema de creencias diferente, y que la verdad puede ser dicha de diferentes maneras (en las creencias jainistas se dice que hay siete versiones). Esto es conocido como el Syadvada, Anekantavada, o la teoría de las múltiples predicciones.
Uso moderno
La historia es vista como una metáfora en muchas
disciplinas puesta al servicio como una analogía en campos fuera
de lo tradicional. En física,
se ha visto como analogía de dualidad onda
partícula.10 En Biología, la forma en la
que los ciegos tantean al elefante es vista como una buena analogía de la Respuesta
celular Policlonal B.
La fábula es una de numerosos
relatos que arrojan luz en los que leen o escuchan la historia. Idries Shah ha comentado
en este elemento de autorreferencia
en muchas interpretaciones de la historia, y su función como una historia con
enseñanza:
...las personas que se dirijan a
este relato con una o más [...] interpretaciones. Luego la aceptan o rechazan.
Ahora se pueden sentir felices; llegando a una opinión acerca del asunto. De
acuerdo a su condicionamiento ellos obtienen la respuesta. Ahora mira sus
respuestas. Algunos dirán que esta es una fascinante y conmovedora alegoría de
la presencia de dios. Otros dirán que demuestra que estúpida puede ser la
humanidad. Algunos dicen que es anti-escolástico. Otros que es solo un relato
copiado por Rumi de Sanai - etcétera.
Shah adaptó el relato en su libro
La exploración
de la dermis (The Dermis Probe). Esta versión comienza con una
conferencia de científicos, de diferentes campos de investigación, presentado
sus conflictivas conclusiones en el material en el que se centra el foco de la
cámara. A medida que que la cámara se aleja gradualmente queda claro que el
material examinado es la piel de un elefante africano. Entonces las palabras
'Las partes son más grandes que el todo' aparecen en la pantalla. Esta
narración forma parte del guion de un corto de cuatro minutos por el animador Richard Williams. El film
fue elegido como sobresaliente del año y fue exhibido en los festivales de
Londres y Nueva York.
La historia tiene un continuo
atractivo, y ha sido utilizada en un numeroso número de libros de fábulas para
niños; existe uno por Paul Galdone
y otro, Seven Blind Mice, por Ed Young
(1992).
Las enseñanzas de la parábola de
los sabios ciegos y el elefante puede aplicarse a muy distintos órdenes del
conocimiento y las relaciones humanas. Por ejemplo, en Medicina, donde resulta
muy necesario comprender la totalidad y, a la vez, complejidad biológica, de
los fenómenos fisiológicos y la enfermedad de los humanos.
Usos del cuento para la mejora de
la comunicación interpersonal
Como mencionado más arriba, este
cuento insiste en las limitaciones inherentes a la percepción humana de la
realidad. El cuento invita por lo tanto a la reflexión sobre estas
limitaciones, y puede ser usado para inducir a revisar los modos de
comunicación dentro de un equipo o entre áreas de una organización. Esto
permite refinar las formas usadas de comunicación ("¿qué pasa si los
ciegos tratan de imponer sus puntos de vista unos a otros?") y a definir
métodos de comunicación aceptables dentro del marco del equipo u organización
("¿De qué maneras consideramos aceptable comunicarnos?",
"¿cuáles son las actitudes y formas de comunicación que van a permitir a
todos los involucrados ampliar su comprensión de la realidad/abarcar más
elementos del elefante?").
El uso de este cuento, y el
reconocimiento de la limitación de la percepción de la realidad permite por lo
tanto poner en marcha procesos de refinamiento de la comunicación
interpersonal, y da pie a la generación de consensos respecto a los modos o
normas de comunicación que se ven como aceptables dentro de un grupo humano.
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